martes, 26 de mayo de 2015

SOPHIA

SE LLAMABA SOPHIA, simple y profunda como un lago creció creyendo que jamás debía dar la espalda al Sol, porque su sombra la engañaría...

En verdad vivía en tierra extraña y maravillosa en la que nunca se ponía el Sol y la noche era una antigua leyenda.

Debía de haber tiempo pues el mundo cambiaba en miles de bellas formas, pero nadie lo atendía pues nadie lo temía ni lo deseaba.

El agua de lo ríos guardaba una calma cristalina cual estanque solitario y según las historias de los antiguos al ser que con auténtico amor se asomaba a sus aguas le era devuelto el reflejo de su verdadera apariencia.

Extraña era a este mundo la muerte pero a veces acudía envuelta en un misterio que reconocían en su olvido los puros habitantes de estos valles sin cielos. Entonces ocurría que los mares lloraban, y el río se movía, y manaban sus lágrimas hasta las lejanas montañas que de seguro bebían sus llantos en las remotas cumbres que las nubes velaban. Entonces todos entre los vivos llegaban a despedir y a honrar al muerto, los hombres elevaban su canto, los animales se presentaban en sereno silencio, los árboles llamaban al otoño y entregaban sus hojas al viento para dorar la tierra y en el baile de silencios y cantos, de desnudos y dorados, toda la vida del mundo lloraba de felicidad.

Y esa felicidad que brotaba de cada uno de los corazones de los seres elevaba una sutil y silenciosa melodía de mil voces, voces como fantasmas, como ángeles que aparecían y desaparecían, que se elevaban y se inclinaban, que bailaban, que volaban y se abrazaban como solo los dioses saben. Era la risa eterna y astral, era la risa misteriosa, bella y terrible que ninguno de estos puros habitantes llegó a escuchar jamás, pero que creaban e intuían en el misterio íntimo que los unía.

Y el cuerpo que ya era polvo se hacia tierra con el abrazo de los suelos que abríanse a recibirle.

...tan solo ella, tan solo SOPHIA dio la espalda al Sol y éste, en sus espaldas murió, haciendo de su sombra un gigante y de su destino la noche.

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