martes, 26 de mayo de 2015

Ella

Era el manantial del que bebían mis sueños, la esperanza que silenciaba las heridas y enfurecía la sangre, era una fantasía de marfil entre pétalos que llenaba la inspiración del sediento, inflamaba el sueño del insomne y la calma del atormentado.

Era el deseo cabalgando sobre la sombra de su figura, era el fuego que la arropaba y el bello destello de su rubor.

Era el impacto de su presencia, eran los golpes de mi conciencia pugnando por recoger las cercanas pulsiones de su sentir. Era su ser, en mi mirada y en mi recuerdo.

Era luces y sombras en una noche de carnaval, era aquel secreto del tiempo, era las cadencias de los sentidos y el sonido del silencio. Era todo aquello que no puedo escribir.

Era...

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