martes, 26 de mayo de 2015

Compasión

Estoy surcando en mi frente el signo continuo que guía los pasos de la vida radiante.

Estar siendo un ser enfrentado terminalmente a la impermanencia, requiere de la locura de estrechar sendas manos al enemigo: la derecha a la plenitud; la izquierda a la nada.

Siempre guardo mares en mi mirada para los escenarios de la ternura del mundo, que son sumideros del estado de la compasión.

¿Compasión?

Esa cosa pavisosa que dicen, que tiene, que vierte lástimas en las zanjas de la vida...

¡No!

Esa gloria del corazón que abre tanto el mundo que desborda la desgracia en la belleza, ese sueño santo del corazón curando.

¿Penar por mí con lágrimas y palmaditas desfilando? Antes, qué me corten la cabeza y la disparen al universo hasta llegar a cantar junto al bramido de los límites, que dejar que una sola de esas lágrimas moje mis cenizas, regando con su viscosidad los prados yermos de mi tumba en muerte.

Quiero rescatar el llorar con sangre transparente y pura los tesoros en el adiós, por sus presencias en el presente y no por su pérdida. Llorar con orgullo y honor, con pasión y candor a mi abuelo, a mi inocencia extraviada, a mi futuro ahogándose en mi libertad, a la sombra que me habla, a la luna que me hechiza, a las formas palpitantes de la realidad que hacen de su observación un espectáculo transitado por cimas y simas, circunferencias de centro omnipresente.

Pasión perfecta que guarde en su seno el respeto profundo por la dignidad ajena en la propia, esa, es mi compasión.

Allí habitan el grito nacido presentándose al mundo, el gemido de su madre que desliza nueva vida desde el fuego de sus carnes, el grito inveterado del guerrero que se entrega al furor de la batalla, el último estertor del viejo que muere con sonrisa, la trampa del niño en su pregunta, las penas del hombre y su sentido.

Guerra pasiva, hondo respeto, asimilación unitaria de la experiencia de vivir. Salmodia liviana, dulzura pícara y salvas silenciosas del arte de vivir.

¡Compasión!¡Compasión!¡Compasión!

Con pasión.